sábado, 15 de febrero de 2014

EL COLLAR DEL BUDDHA

Samael Aun Weor

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CAPITULO 1 - EL NIÑO SOL



CAPITULO 1
EL NIÑO SOL
Amadísimos hermanos Gnósticos:
Esta noche todos nosotros celebramos con inmenso júbilo la Navidad de 1966, y se hace urgente estudiar muy a fondo los misterios crísticos
En el amanecer del gran día cósmico, el Primer Logos, el Padre, dijo al Tercer Logos, el Espíritu Santo: "Id, fecundad a mi esposa, la. materia caótica, la Gran Madre, para que surja la vida; empero, tu verás." Así habló el Padre, y el Tercer Logos se inclinó reverente, amanecía la aurora de la creación.
En los siete templos del caos trabajaron los Cosmocratores, el ejército de los constructores de la aurora, la hueste de los Elohim, el Tercer Logos.
Tres fuerzas son indispensables para toda creación; la fuerza positiva, la fuerza negativa y la fuerza neutra.
Ante el altar del templo un Elohim se polarizó en forma masculina, positiva, y el otro en forma femenina, negativa.
La planta baja del templo, el coro de los Elohim, representó la forma neutra.
Este orden de las tres fuerzas quedó así establecido en cada uno de los siete templos del caos primitivo. Cantaba el divino varón, cantaba la divina mujer, cantaba el coro de los Elohim.
Toda la liturgia de los siete templos fue cantada y la Gran Palabra hizo fecundo el vientre de la Gran Madre Divina.
"En, el Principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios."
"Este era en el principio con Dios." "Todas las cosas por él fueron hechas y sin él nada de la que ha sido hecho fue hecho." "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres."
El Verbo hizo fecundas las aguas de la vida, y el universo en su estado germinal surgió espléndido en la aurora.
El Espíritu Santo fecundó a la Gran Madre y nació el Cristo. El segundo Logos es siempre hijo de la Virgen Madre.
Ella es siempre virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Ella es María, Isis, Adonia, Isoberta, Rea, Cibeles, etc.
Ella es el caos primitivo, la Sustancia Primordial, la Materia Prima de la Gran Obra.
El Cristo Cósmico es el ejército de la Gran Palabra y nace siempre en los mundos y es crucificado en cada uno de ellos para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia.
Hermanos míos: Observad el Astro Rey en su movimiento elíptico. El sol se mueve de sur a norte y de norte a sur. Cuando el Sol avanza hacia el norte se celebra el nacimiento del Niño Sol. El nace el 24 de Diciembre a la media noche ya para amanecer del veinticinco.
Si el Cristo sol no avanzara hacia el norte, la Tierra toda se convertiría en una gran mole de hielo y toda vida perecería, pero el Dios Sol avanza hacia el norte desde el veinticuatro de Diciembre para animar y dar calor y vida a todas las criaturas.
El Niño Sol nace el veinticuatro ya para amanecer del veinticinco de Diciembre y se crucifica en el equinoccio de primavera para dar vida a todo lo que existe.
Lo fijo de la fecha de su nacimiento y lo variable de su muerte tienen siempre en todas las teologías religiosas honda significación.
Débil y desvalido nace el Niño del Sol en este humilde pesebre del mundo y en una de esas noches muy largas del invierno, cuando los días son muy cortos en las regiones del norte.
El signo de la Virgen Celestial se eleva en el horizonte por la época de Navidad y así nace el Niño para salvar al mundo.
El cristo Sol durante la infancia se encuentra rodeado de peligros, y es a todas luces bien claro que el reino de las tinieblas es mucho más largo que el suyo en los primeros días, pero él vive a pesar de todos los terribles peligros que lo amenazan.
Pasa el tiempo..., los días se prolongan cruelmente y llega el equinoccio de primavera, la Semana Santa, el momento de cruzar de un extremo a otro, el instante de la crucifixión del Señor en este nuestro mundo.
El Cristo Sol se crucifica en nuestro planeta Tierra para dar vida a todo lo que existe,. después de su muerte resucita en toda la creación y madura entonces la uva y el grano. La Ley del Logos es el sacrificio.
Este es el drama cósmico que se repite de momento en momento en todo el espacio infinito, en todos los mundos, en todos los soles.
Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de Egipto, Grecia, India, México, etc.
Este es el drama cósmico que se representa en todos los templos de todos los mundos del espacio infinito.
El aspecto secundario de este gran drama corresponde con entera exactitud a todo individuo sagrado que mediante la revolución de la conciencia alcanza la Iniciación Venusta y se convierte en Héroe Solar.
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CAPITULO II - LA VIA LACTEA



CAPITULO II
LA VIA LACTEA
La Navidad es una fiesta solar, una fiesta cósmica inefable que tiene su origen en la noche profunda de los siglos.
El sol físico tridimensional es tan sólo el vehículo de acción del sol espiritual. El sol físico, el místico, encuentra al sol de la medía noche, a la estrella de Belén, al Cristo Cósmico.
Todas las religiones arcaicas rindieron siempre culto al sol, y hasta el Vaticano está construido en tal forma que sus puertas están abiertas hacia el oriente, hacia donde sale el sol.
Los cristianos primitivos decían siempre con gran devoción: "Nuestro Señor Jesucristo el Sol".
Es admirable cómo se mueve el astro rey entre las innumerables estrellas del espacio infinito y con relación a los mundos más cercanos, lo hace a la velocidad de 20 kilómetros por segundo.
En el centro de la Vía Láctea, el sol gira a una velocidad asombrosa a razón de 270 kilómetros por segundo. En este movimiento arrastra a la tierra y a todo el sistema solar.
La Tierra en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser, es algo más que una mole de materia, es fuera de toda duda un organismo viviente sobre cuya epidermis vivimos todos nosotros como simples parásitos.
El camino recorrido por la Tierra en el espacio infinito es muy complicado y difícil.
El planeta Tierra danzando alrededor del sol entre la música de las esferas, viaja realmente a una velocidad vertiginosa girando por el centro de esta formidable galaxia en que vivimos.
La Vía Láctea es realmente tan gigantesca que, aún viajando a 270 kilómetros por segundo, el sol tardará unos 200 millones de años para dar una vuelta completa alrededor de ella.
La Vía Láctea es un organismo cósmico vivo, un cuerpo espiraloide dentro del cual existe nuestro sistema solar.
Toda nebulosa, incluso nuestra Vía Láctea, tiene de hecho y por derecho propio el mismo diseño fundamental.
En toda galaxia se procesan tres fuerzas, la primera es la Centrípeta, la segunda es la Centrífuga, la tercera es la Neutra, que sirve como punto de apoyo y equilibrio.
La fuerza Centrífuga imparte a la nebulosa un movimiento en forma espiral, a semejanza de una tromba en un arenal que imparte movimiento espiral a la columna de polvo que levanta.
La Vía Láctea, con todos sus dieciocho millones de soles e innumerables planetas y lunas, tiene como centro de gravitación el Sol Central Sirio.
Antiguas tradiciones esotéricas afirman que en el Sol Central Sirio existe la Iglesia Trascendida.
Dentro del templo de Sirio pueden los adeptos tener la dicha de encontrarse con los discípulos del Dios Sirio.
Cuando algún adepto. intenta pasar más allá de la Vía Láctea, es siempre obligado a regresar a Sirio. A los adeptos del planeta Tierra les está prohibido pasar más allá de Sirio.
Los astrónomos saben muy bien que más allá de la Vía Láctea sólo hay tres galaxias visibles a simple vista, sin ayuda del telescopio. Dos de ellas pueden verse desde el hemisferio sur, son la Gran Nube y la Pequeña Nube de Magallanes, así llamadas en honor del célebre explorador.
Los adeptos de la gran Logia Blanca cuando pasan más allá de Sirio, pueden ver dos órdenes de mundos que centellean maravillosamente con un bello color rosado, en esas dos Galaxias existen otros tipos de leyes cósmicas desconocidas para los habitantes de la Vía Láctea.
En los textos sagrados de la sabiduría oculta existe una máxima que dice: "Donde la luz brilla más claro allá también las tinieblas son más espesas".
En los mundos superiores todo adepto puede verificar que muchas veces, junto a algún templo de luz, existe también por contraste un templo de espantosas tinieblas.
Basados en esta regla podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que el Sol Central Sirio es doble y que su compañero es un mundo gigantesco tenebroso.
De Sirio vienen al planeta Tierra las fuerzas cósmicas que gobiernan al Supra-Cielo, pero de su hermano tenebroso descienden hasta nosotros las fuerzas que gobiernan al Infra-Infierno.
Los astrónomos le dan a Sirio el apodo de Estrella Perro y a su compañero tenebroso el de Cachorro.
Nuestra Galaxia es gigantesca, maravillosa, formidable, nuestra Galaxia mide unos 100.000 años luz de diámetro y quizás unos 10.000 años luz de espesor.
El Sol que nos calienta y nos da vida , nuestro amado Sol, fuente de toda vida, está situado, a unos 3.000 años luz del centro, que lo coloca a un tercio de distancia entre el centro de la Galaxia y uno de sus extremos, parece que está cerca del anillo interior de un brazo espiral y también de un grupo de estrellas muy débiles y lejanas y de otro grupo más cercano al centro.
Existen en el espacio infinito muchos miles y millones de Galaxias, se estima que en un espacio de 250.000.000 de años luz, existen alrededor de 2.000.000.000 de Galaxias, y aún a esta distancia tan tremenda no dan señales de terminar.
La situación de nuestro sistema solar, es, fuera de toda duda y sin exageración alguna, la misma de una célula sanguínea dentro del cuerpo humano.
En el Microscopio podemos verificar que un corpúsculo blanco se compone también de un núcleo o Sol, su citoplasma o esfera de influencia; y éste también está rodeado por todos los lados por millones de células semejantes o sistemas, formando el todo, un gran Ser cuya naturaleza sería, para la célula, difícilmente susceptible de concebirla.
La Vía Láctea es un organismo viviente que nació en la novena esfera del agua y del fuego.
Quienes suponen que las Galaxias, incluyendo a la Vía Láctea, tuvieron su origen en la explosión de algún átomo primitivo, están muy equivocados.
Existe una máxima esotérica que dice: "Tal como es Arriba es Abajo".
Si el origen de esta pequeña Galaxia Microcósmica llamada hombre tuvo su origen en la novena esfera, en el sexo, podemos deducir lógicamente sin temor a engañarnos, que el origen de nuestra Galaxia y de todas las Galaxias del infinito hay que buscarlo en la novena esfera, en el sexo.
El Templo de la Sabiduría se encuentra en la novena esfera, el Templo de la Sabiduría está situado entre el Phalo y él Útero.
Es a todas luces imposible experimentar la verdad sobre el origen de las Galaxias si no entramos a la novena esfera (Sexo).
El connubio sexual de la palabra en el amanecer de la vida, hace fecundas las aguas del Caos y nacen las Galaxias y nacen los mundos.
El fuego sexual del Kundalini siempre hace fecundo el vientre de la Gran Madre.
En el Principio era el Verbo.
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CAPITULO III - EL SISTEMA SOLAR DE ORS



CAPITULO III
EL SISTEMA SOLAR DE ORS
En el Nirvana el sentido aquel de familia, tribu, clan, ha desaparecido porque todos los seres se auto consideran como miembros de una gran familia. La variedad es unidad.
Empero, a través de la observación y la experiencia, todos nosotros los hermanos hemos podido verificar que existe algo así como una semejanza de familia en cada uno de los grupos de Elohim o Prajapatis que gobiernan los distintos sistemas solares de esta Galaxia en que vivimos.
Ese sentido de asociación cósmica en cada grupo de Elohim hace de ellos algo así como familias inefables, divinas, sublimes.
La familia cósmica que gobierna al sistema solar, de Ors en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser, cuenta entre sus miembros más distinguidos a Gabriel, Raphael, Uriel, Michael, Samael, Zachariel y Orifiél.
Cada uno de estos hermanos mencionados es jefe de legiones angélicas, cada uno de estos hermanos tiene que trabajar intensamente en la Gran Obra del Padre.
Gabriel es el regente de la Luna, Raphael es el regente de Mercurio, Uriel gobierna a Venus, Michael es el Rey del Sol, Samael es el regente de Marte, Zachariel es el rector de Júpiter, y Orifiel rige los destinos del viejo Saturno, el anciano de los cielos.
En el centro de cada esfera, de cada planeta, se encuentra siempre el templo cósmico, el templo planetario, la-morada del genio regente.
Todo maestro de la Logia Blanca puede visitar en Cuerpo Astral el templo-corazón del planeta Tierra. El genio de la Tierra es aquel Melkisedek de que habla la Biblia, Changam, el Rey del Mundo.
Se nos ha dicho que el genio de la tierra tiene un cuerpo físico semejante al nuestro, pero eterno, inmortal; algunos Lamas del Tibet han tenido la gran dicha de conocer personalmente a Changam.
El genio de la Tierra vive en Agarthi, el reino subterráneo, en compañía de los sobrevivientes Iniciados de la Lemuria y Atlántida.
La raza de Agarthi sólo aguarda que la raza Aria degenerada que vive actualmente en la superficie de la tierra. perezca con el fuego. Cuando todos nosotros los perversos de esta raza hayamos perecido, entonces ellos, los sobrevivientes de la Lemuria y Atlántida repoblarán la Tierra, y, mezclándose con algunos selectos sobrevivientes de nuestra actual raza Aria, originarán la futura sexta raza.
Dentro del interior de la Tierra existe una raza con cuerpos físicos Lemures y Atlantes. Estas razas poseen todos los inventos atómicos científicos de, los tiempos antiguos.
El Rey del Mundo trabaja intensamente y está ayudado en su trabajo por los Coros, aquellos grandes Seres que gobiernan la vida y la muerte en todos los planos de conciencia cósmica.
La Tierra es un organismo viviente que gira alrededor del Sol. El genio planetario la mantiene firme en su marcha.
La Tierra es uno d e los miembros de la Gran Familia cósmica del sistema Solar de Ors.
Todos los cuerpos siderales próximos a esta Tierra gobernada por Melkisedek, Rey del Fuego, forman parte de esta complicada familia.
El sistema Solar de Ors incluye dentro de su seno muchos variados objetos. Alrededor del Sol giran en órbita nueve planetas gobernados por Seres Inefables, treinta y un satélites conocidos, miles de asteroides, cometas y muchos millones de partículas meteóricas.
A pesar de su número y de la enorme masa cósmica que todos estos cuerpos representan, aunque parezca increíble, más del 99 por ciento de la materia del Sistema Solar de Ors está totalmente reconcentrada en el Sol.
Realmente el Astro Rey es el corazón del sistema solar de Ors. En el templo corazón del Sol, situado dentro del centro de la radiante esfera, viven y trabajan los siete Chohanes que dirigen los siete grandes rayos cósmicos.
Pocos son los seres humanos del planeta Tierra que pueden visitar en Cuerpo Astral el templo corazón del Sol.
Un tremendo y espantoso precipicio conduce al Iniciado hasta el vestíbulo de la sabiduría.
Todo aquel que llega hasta el sagrado vestíbulo debe postrarse reverente ante el guardián del templo.
Un estrecho camino conducirá al visitante hasta el templo corazón donde moran terribles los siete Chohanes.
En el corazón del Sol palpita intensamente toda la vida del Sistema Solar de Ors.
La fuerza de gravitación del sol mantiene dentro de sus órbitas mecánicas toda la familia solar.
Toda la mecánica del Sistema Solar de Ors marcha de acuerdo con la gran ley, las órbitas concentradas en los planetas que giran danzando alrededor del sol, entre las grandes sinfonías del diapasón cósmico, están sabiamente relacionadas de acuerdo con la Ley de Bode.
Tomando el desarrollo geométrico 0, 3, 6, 12, 24,48, 96, 192, y agregando 4 a cada número, logramos una serie que representa más o menos las distancias entre las órbitas planetarias y el Sol.
Mercurio, el señor de la ciencia, el mensajero de los dioses, se mueve alrededor del Sol con, vertiginosa rapidez. Venus el astro de la música, el amor y la belleza, en segundo lugar con relación al Sol, se mueve un poco más lento, y la Tierra, nuestra pobre Tierra afligida y mártir, que está en tercer lugar, se mueve bajo la sabia dirección de Changam o Melkisedek en forma todavía más lenta.
Nuestro querido Sistema Solar de Ors tiene como vecino al sistema solar llamado Baleooto.
El famoso cometa SoIni de cuando en cuando suele acercarse demasiado en forma peligrosa al resplandeciente Sol Baleooto, entonces este último se ha visto obligado muchas veces a desarrollar una muy fuerte tensión eléctrica para poder mantener con firmeza su sendero cósmico habitual.
Esta tensión, como es muy natural y lógico, provoca idéntica tensión en todos los soles vecinos entre los cuales se encuentra nuestro Sol llamado Ors.
Esta es la ley del Solioonensius que afecta también a los planetas que giran alrededor de sus correspondientes soles.
La tierra no puede ser una excepción a esta ley del Solioonensius. La terrible tensión eléctrica provoca revoluciones sangrientas y espantosas catástrofes.
Dos veces se manifestó el Solioonensius en el antiguo Egipto de los Faraones. En la primera el pueblo en sangrienta revolución eligió nuevos gobernantes mediante sangre y muerte. A todos los gobernantes de la clase saliente les sacaron los ojos.
En la segunda manifestación de esta ley cósmica, el pueblo Egipcio enfurecido espantosamente, se levantó contra sus gobernantes y los mató atravesándoles el cuerpo a cada uno con un cable sagrado, dicho cable fue luego lanzado al Nilo. Aquel cable parecía más bien un gigantesco collar macabro.
La revolución Bolchevique fue también el resultado del Solioonensius. En el pasado, cada vez que se manifestó la ley del Soloonensius, hubo grandes catástrofes sociales.
Los hombres comprensivos aprovechan las leyes del Solioonensius para entrar por la senda de la realización íntima.
El sistema solar de Ors, visto desde lejos, parece un hombre caminando a través del inalterable infinito.
Recordemos que el momento de recepción de un ser comparable que mire hacia el Sol, es de ochenta años.
Los astrónomos aseguran que nuestro sistema solar de Ors se dirige hacia la estrella Vega a razón de veinte kilómetros por segundo.
El hecho concreto es que en ochenta años, dejando tras de sí el sol toda la brillante radiación de su maravilloso sistema, avanza victorioso, en el espacio sagrado, aproximadamente 50.000.000.000 de Km. (Cincuenta mil millones de kilómetros).
La esfera de radiación, la banda de fuego, o el cuerpo largo y resplandeciente de nuestro sistema solar, en ochenta años, es una figura cinco veces más larga que ancha y hermosamente proporcionada como el cuerpo humano parado.
La atracción ejercida por el Sol rige todos los movimientos de la familia solar, y cuando más cerca están de él los distintos planetas, es claro que mayor tiene que ser la velocidad para contrarrestar enérgicamente la tremenda fuerza de acción solar.
Los planetas que componen la familia cósmica solar varían de tamaño entre sí, creciendo en general desde el más pequeño, el veloz Mercurio, el mensajero de los Dioses, que está más cerca del centro, hasta el poderoso Júpiter Tonante, el Padre de los Dioses, a mitad de la distancia entre el centro y la circunferencia y luego disminuyendo otra vez hasta el planeta más externo conocido, Plutón, que es algo mayor que el veloz Mercurio.
Después de muchos años de observación y experiencia se ha podido verificar que cuanto más remotos los planetas, son fuera de toda duda más lentas sus velocidades alrededor del Cristo Sol; realmente estas velocidades disminuyen desde los cincuenta kilómetros por segundo de Mercurio, hasta los cinco de Neptuno, el señor de la Sabiduría Oculta, el rey del mar.
El eje del Sistema Solar de Ors, es decir, el mismo Sol, hace su rotación alrededor de un centro magnético interestelar o chakra cósmico. Dicha rotación se realiza en un mes.
El veloz Mercurio, el mensajero celeste, realiza su rotación alrededor del astro rey en tres meses.
Venus realiza su danza alrededor del Sol en ocho meses. La Tierra hace su viaje alrededor del Sol en doce meses.
La danza maravillosa de Neptuno el rey del mar, alrededor del Sol, es de ciento sesenta y cuatro años.
La figura cósmica del Sistema Solar de Ors es extraordinariamente compleja y bella.
Los trozos planetarios convertidos en múltiples espirales de varias tensiones y diámetros, semejan una serie resplandeciente de cubiertas divinales que opacan el largo filamento caliente y blanco del Sol de Ors. Cada una irradiando esplendorosamente con calor y brillo propios y característicos; el maravilloso conjunto combinado es como una red misteriosa y sublime de tela de araña, tejida espléndidamente con las múltiples trayectorias excéntricas de millares de asteroides y cometas de larga cabellera, resplandeciendo con alientos de fuego y retintineando con una música increíblemente sutil y armoniosa, basada totalmente en los tres compases del Mahaván y del Chotabán que sostiene el Universo firme en su marcha.
Realmente, el Sistema Solar de Ors es una criatura cósmica viviente que nació hace muchísimos millones de años en la novena esfera (el sexo).
Todos los hombres son semejantes en diseño y constitución, de igual modo sucede con todos los soles del espacio infinito.
Lo que distingue a los hombres, unos de otros, es, su grado de conciencia; lo que distingue a los soles es su grado de radiación.
Luz y Conciencia son en el fondo un mismo fenómeno. Luz y Conciencia obedecen las mismas leyes, creciendo o menguando exactamente en la misma forma.
En el Caos, en el Esperma Universal, se halla el diseño cósmico del hombre y de los Soles.
El auto-desarrollo del cosmos-hombre, o del Sistema Solar, la. iluminación e irradiación gradual de uno o del otro, es el grado de Conciencia auto-generada de cualquier Cosmos Solar, o de cualquier cosmos hombre. Depende totalmente del mismo ser individual.
Para que un hombre sea plenamente consciente de sí mismo todas sus partes deben hacerse plenamente conscientes.
Para que un Sol se haga plenamente radiante, todos sus planetas, sus órganos cósmicos, deben ser plenamente radiantes.
La tarea de todo Universo y de todo Ser, desde el gigantesco Sol hasta la insignificante célula, es despertar conciencia.
El Sistema Solar de Ors se hará más resplandeciente conforme cada uno de sus mundos, conforme cada persona, cada célula viva, vaya despertando conciencia.
Todos los seres humanos del planeta Tierra tienen la conciencia dormida. Es imposible experimentar eso que es la Verdad mientras la conciencia esté totalmente dormida.
Existen cuatro estados de conciencia:
Primero: Sueño durante el estado de vigilia.
Segundo: Sueño durante aquellos momentos en que el cuerpo físico duerme.
Tercero: Auto-conciencia.
Cuarto: Conciencia objetiva despierta.
Normalmente las gentes viven en los dos primeros estados de conciencia. Las gentes no solamente sueñan cuando el cuerpo físico está en reposo, las gentes siguen soñando en el llamado estado de vigilia.
Muy raro es hallar algún ser humano consciente, pero las gentes creen firmemente que ya tienen la con-ciencia despierta.
Resulta imposible llegar al conocimiento objetivo mientras no se haya logrado la auto-conciencia.
Las gentes viven soñando, trabajan soñando, y sin embargo creen equivocadamente que están despiertas.
Durante el sueño normal del cuerpo físico, el ego envuelto en su cuerpo de deseos, ambula por la región molecular como sonámbulo, soñando, y al volver al cuerpo físico, al regresar al estado de vigilia, los sueños continúan dentro del individuo.
Quien despierta conciencia ya no sueña, vive despierto en los mundos internos mientras su cuerpo físico duerme.
Conforme las gentes vayan despertando conciencia, el Sistema Solar de Ors se tornará más y más resplandeciente.
El Sistema Solar de Ors es el Adam Kadmon, el Hombre Celeste nacido del agua y del fuego en la novena esfera (el sexo).
El Sistema Solar de Ors, el Hombre Cósmico, necesita auto-despertarse totalmente en la célula y en el hombre, para hacerse cada vez más y más resplandeciente.
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